CUANDO LLEGUE LA HORA

Cuando llegue la hora de morirme

y pasar el umbral de lo intangible;

quiero que me acompañe un coro de voces,

con cantos alegres, populares,

llenos del ritmo y la cadencia

compañeros de la sangre latina

que corre por mis venas.

MIS HIJOS

Tengo cinco hijos,
cinco rayos de sol;
son las gemas preciosas
que adornan mi crisol.
Fueron hechos de barro,
de luz y de calor,
de agua y brisa fresca,
alegría y amor.

LA CAÑADA DEL GATO


Raúl va adelante, no sólo por ser quien mejor conoce el territorio, sino por que es el más apto para ese tipo de travesía; nació en el campo y buena parte de su vida la a vivido en medio de la lucha guerrillera.
Luis, el mas joven, va a la retaguardia, su suspicacia lo hace idóneo para tal encomienda; no se distrae, es capaz de distinguir los sonidos con toda claridad, mantiene un rastreo permanente del camino y sus alrededores. Nadie podría seguirlos sin ser descubierto por su mirada acuciosa, por sus oídos de murciélago.
Isidro va en medio; por su parte, no reúne las condiciones del buen caminante y su vista y oído han sufrido la inevitable merma que impone el tiempo y una vida de privaciones. De sus cuarenta años ha pasado más de veinte en escaramuzas con las fuerzas del gobierno. Ha sido herido tantas veces que tiene cicatrices sobre cicatrices; ha perdido la agilidad y el aguante que por mucho tiempo tuvo. Sin embargo hoy saca fuerzas de la determinación.

M A N I F I E S T O

Ábreme las puertas de la abundancia, del amor y del gozo infinito que me corresponde por derecho. Me sé merecedor de todas las bondades de tu huerto, ilumíneme tu grandiosa inteligencia para, sin más divagaciones, caminar por el sendero que me corresponde por derecho de conciencia, estoy cierto en poder ser más útil a mis semejantes de lo que haya sido nunca.

LA FLOR DE LOS PÁRAMOS

Su tatarabuelo Don Evaristo Gil había muerto de hambre y frío en el Páramo de las Rosas. Luego de buscarlo durante meses lo encontraron sentado en un farallón, con los ojos abiertos y una leve sonrisa; de cara al poniente, como si esperara la llegada de un amigo muy querido.
La escarcha le cubría las cejas, las pestañas y el bigote, dándole un aspecto de poeta romano esculpido en mármol blanco; su sombrero de pelo ahora parecía una palangana de vidrio. Tal vez, Don Evaristo en su último aliento trató de recordar como había comenzado todo esto. De seguro su mente había revoloteado por allá por los rincones del siglo XVI, cuando don Julián Gil y Ñuñez, Teniente de Lanceros de la Guardia Española acantonada en El Tocuyo a las ordenes de Carvajal; luego de perder a sus hombres en batalla contra los indios Gayones, buscando salvar su vida, sé internara en el Páramo de las Rosas, región en la cual sobrevive gracias a los auxilios de una indiecita, según él relata luego, de unos diez años de edad. Cierto es que varios meses después apareció en El Tocuyo contando la fantástica historia de la indiecita Dinira, como él la llamó, en recuerdo de la Princesa Legendaria y por no haber querido ella decirle su nombra, ni aceptar los nombres castellanos que él trató de imponerle. A pocos días de su regreso y luego de contar varias veces, como la niña le había mostrado poderes mágicos, revelándole además la existencia de una flor maravillosa y encantada, capaz de atraer grandes riquezas hacia aquel que la poseyera; fue declarado loco por un benevolente tribunal integrado por un cura franciscano, el Capitán de la guardia y el propio Carvajal. Se le hizo saber que el cargo pudo haber sido herejía, pero que si deponía su actitud de búsqueda y se cohibía de expresar sus ideas al vulgo; el tribunal se mostraría generoso para con él, otorgándole el perdón y tierras al otro lado del río, para que las trabajase e hiciera vida civil con su esposa y su pequeño hijo. Así, de un plumazo terminó la carrera militar de aquel hombre al igual que sus afanes de búsqueda, para dar comienzo a la obsesión que costó la vida de Don Evaristo y la locura y miseria de varias generaciones de los Gil.

PARA UNA MUJER UNICA

El tiempo, querida UNIKA, no existe, es tan solo otro invento del hombre para comprender el infinito vagar de los astros, el tiempo es importante cuando lo empleamos para contemplar las bellezas del universo, la sonrisa de los niños, la grandeza de los pueblos, la obra de Dios. Pero el tiempo, por si mismo, no vale nada.¿Cuantos años ha dedicado el ser humano a la guerra, a la contaminación, al desastre?. ¿De que le ha servido? Valor tienen las horas, los meses y los años en que corrió sobre el papel la pluma de Cervantes,

PATRIA AMIGA

Fiel testigo del encuentro

de las razas y los hombres,

una geografía de nombres

alumbran tu firmamento.

Chiriquí, Bocas del Toro,

Ve raguas, Coclé, Los Santos,

Herrera, Colón, San Blas,

Darien, Panamá te añoro;

de ti he recibido tanto…

PANAMEÑA

Yo seré el día y tú la noche
para dormir en un abrazo.
Yo seré el sol y tú el océano
para apagar en ti mis ansias.
Yo seré la barca que zarpa
cada tarde de la Isla de las Flores
y tú serás mi Puerto de Balboa.

OCASO

Va triste el sol al despedirse,
le invade una nostalgia azul
que tiñe de rojos y naranjas
su rubia crin.
La noche viene sigilosa
por los senderos de oriente,
agazapada como una fiera,
lista a saltar sobre su presa.

PAIS SIDERAL

Amo el universo en sus colores,

sus ritmos y melodías maravillosas.

Amo a la gente que sabe amar,